Aún recuerdo esas épocas en que
las películas de superhéroes se limitaban al corazón noble de sus nobles
protagonistas, ese Superman de Richard Donner que definió el concepto de una
película de superhéroes. En 2008 llegó “Iron Man”, una de las películas de
superhéroes más riesgosas, ya que era la primera película de un superhéroe poco
conocido que se lanzaba como un blockbuster, bueno, no tan desconocido, pero si
lo comparamos con Spider-Man, X-Men y Los 4 Fantásticos era un completo
desconocido, más aparte era la primera película basada en un comic de Marvel
producida por la misma. Todo un riesgo pero que significo el inicio de algo
todavía más grande.
Y lo que nadie imaginó fue que
“Iron Man”, el desconocido, con un actor cuya carrera no estaba en su mejor
momento, con un director en ese entonces novato (como dos o tres películas de
bajo presupuesto) se convirtió en un enorme éxito, aun tomando en cuenta que
compitió con la muy superior (discúlpenme pero a mi opinión lo es) “The Dark
Knight”, realmente le fue muy bien y se convirtió en un clásico instantáneo, no
sólo por la novedad de superhéroe, sino por la interpretación de Robert Downey,
la escritura y su dirección.
“Iron Man” inicia de forma
increíble, con una secuencia en el oriente, Tony Stark es secuestrado por una
organización criminal llamada “Los Diez Anillos”, todo planeado por alguien de
su confianza y desea su empresa, en el proceso su corazón es dañado pero un
científico (también secuestrado) le crea un nucleo que sirve como repuesto
temporal (y tóxico), ahí pasa días terribles, lo cual le obliga a crear una
armadura que lo saque de ahí, creando un prototipo de lo que sería después su
mítico traje de batalla.
A pesar de contar con un guión
que no es complejo, “Iron Man” es una película totalmente disfrutable, que la
verdad no la compararía con “The Dark Knight” o “The Winter Soldier”, ya que
son muy distintas, pero la compararía con “Spider-Man 2” o “Superman” de
Donner, películas hechas con técnicas innovadoras y actores carismáticos, con
una buena escritura y su respectivo mensaje social.
La mayor atención sobre la
película vino en su escena postcréditos, en la que un simpático Samuel L.
Jackson recita la frase que pasaría a la historia: “Vengo a hablarle de la
iniciativa “Avengers”.
Calificación: 80%
Rotten tomatoes: 94%
Metacritic: 79%
IMDB:7.9
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